La historia del Castillo de Alaquàs, declarado Monumento Histórico y Artístico el 21 de abril de 1918 y Bien de Interés Cultural el 1 de diciembre de 1999, y el solar donde se ubica comprende según los últimos estudios realizados, cerca de siete siglos en que ha sido testigo del paso de la historia.
El señorío de Alaquàs pasó a lo largo del siglo XIV por varias manos, las de la familia Soler, las de los Escrivà y a partir de 1373 las de los Vilaragut, que mantuvieron el señorío hasta su venta en 1458 a los Aguilar. Restos de la antigua Casa Señorial del siglo XIV fueron hallados en la excavación arqueológica llevada a cabo en el 2006 en el interior del Castillo, en concreto su área de servicio y producción de vino, con los restos de una bodega (celler) y lagar (trull).
El actual Castillo de Alaquàs es el resultado de un gran proyecto constructivo datado a principios del s. XVI. La estructura principal, y con ella la totalidad del espacio construido en sus diversas plantas, se concluye en el propio siglo XVI, aunque con ciertas modificaciones respecto al plan de obra inicial.
Su construcción se vio precedida de una profunda explanación de un área urbana consolidada desde el siglo XIV y con ella la antigua Casa Señorial. El objetivo fue el de emprender una gran reforma urbana que aspiraba no sólo a la construcción del Castillo, sino también a la edificación de la que años más tarde será la iglesia parroquial. ¿Quién fue el promotor de este proyecto y hacia que fechas lo inició? La última señora de Alaquàs del s. XV fue Margarita de Les Velles, que inició su señorío en el año 1489 y lo finalizó en el año 1500. Margarita, hija de un mercader procedente de Pisa, era la segunda esposa del señor de Alaquàs Jaume Garcia de Aguilar y en los once años de su señorío consiguió sanear las finanzas familiares y concentrar el patrimonio de las familias mercantiles de les Velles y Amalrich y el de la familia señorial de los Aguilar.
Desde 1500 y hasta 1543 el señorío estuvo en manos de Jaume García de Aguilar, nieto del otro Jaume. Este personaje fue uno de los nobles más acaudalados del reino, casado en 1501 con Isabel Joan de Torres, de la que obtuvo una fuerte dote y en 1506 heredó todos los bienes de su suegro Berenguer Martí de Torres. Estas fuertes inyecciones de dinero pudieron ser el origen de la construcción del Castillo.
Los datos arqueológicos parecen estar en la línea de estos hechos, por lo que ahora sabemos que el Castillo se construyó bajo el señorío de Jaume García de Aguilar Amalric a inicios del siglo S. XVI
A Jaume García de Aguilar Amalric, le sucedió su segundo hijo Gaspar, su heredero universal. Melchor era el segundo llamado al Vínculo establecido por su padre, y el primogénito Berenguer Martí de Torres de Aguilar en tercer lugar.
Gaspar murió el 25 de enero de 1584, y como que no tuvo hijos y tanto Melchor como Berenguer habían muerto también sin descendencia, la que tenía que ser llamada a la sucesión según el Vínculo, era su hermana Gerónima, segunda en orden de nacimiento de los cuatro hermanos. Pero ésta había muerto el 17 de junio de 1564, por lo que el heredero fue directamente su hijo Joan Pardo de la Casta, quién sorprendentemente tomó posesión del Señorío al día siguiente de la muerte de su tío Gaspar. Es decir, el 26 de enero de 1584.
Durante los primeros años del siglo XVII, los Pardo de la Casta vieron como su situación socioeconómica iba en descenso,
Encontraron como salida el servicio a la monarquía mediante la carrera militar en los territorios con presencia española, como el del Ducado de Milán. Félix Pardo de la Casta, heredero de las propiedades de Alaquàs, pronto se integró en la ciudad de Cremona y poco tiempo después de llegar se casó con Margherita de Lodi, hija de una de las familias ricas de la región. Don Félix fue gobernador de Cremona durante trece años y, gracias a su matrimonio y a su cargo, ocupó un lugar relevante en la ciudad, convirtiéndose en un importante mecenas artístico que, finalmente, consolidó en Cremona la rama italiana de la familia Pardo de la Casta-Manfredi.
A diferencia de sus familiares que le habían precedido, Félix Pardo de la Casta residió hasta el final de su vida en Cremona y nunca volvió a España. Murió en 1688 y su hija, Margarita Pardo de la Casta, se casó con el marqués Gian Battista Manfredi, transmitiendo a sus herederos los derechos sobre el señorío de Alaquàs que, de esta manera quedó unido a la familia italiana gestionándolo mediante administradores con plenos poderes hasta la desaparición de los señoríos jurisdiccionales en el siglo XIX.
Puedes ver el resumen de los señoríos en Alaquàs aquí: Señoríos de Alaquàs
A partir de 1918, con el fin de los señoríos, se inició un proceso de expolio del Castillo para aprovechar sus materiales, principalmente su madera, como elemento meramente comercial. La respuesta social fue inmediata, los intelectuales emplearan todos sus esfuerzos para impedir esta aberración; gracias a las gestiones de Mariano Benlliure, a través de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, se conseguía que el 21 de abril el Rey Alfonso XIII firmara una Real Orden según la cual el Castillo de Alaquàs era declarado para su salvaguardia Monumento Histórico y Artístico Nacional.
En 1922 se publicó por parte del Centro de Cultura Valenciana el libro, “El Palacio Señorial de Alacuás” de José Manuel Cortina Pérez y Vicente Ferrán Salvador donde se recoge el primer estudio multidisciplinar que simboliza la consecución de la declaración como Monumento Histórico y Artístico del Castillo.
Pese a ello, el año 1928, y de manera clandestina, se produjo el derribo parcial de la torre noroeste.
Durante los primeros años del siglo XX el Castillo es propiedad de diferentes propietarios, hasta que el primer Ayuntamiento democrático en abril de 1979, presidido por Albert Taberner, impulsó e inició un largo proceso que tenía como objetivo la recuperación del Castillo como espacio público.
En 1999, el Ayuntamiento de Alaquàs inició las gestiones necesarias para definir el uso público del Castillo.
con independencia de la titularidad, como portavoz de las peticiones ciudadanas y de la totalidad de los colectivos ciudadanos de Alaquàs que lo sienten y sentían como propio. Estas gestiones estuvieron acompañadas por un intenso debate social con los más importantes referentes sociales y políticos de la comarca para conseguir que uno de los monumentos más importantes de la Comunidad Valenciana y un singular referente en la arquitectura del renacimiento civil valenciano y de toda España estuviere a total disposición de los ciudadanos y ciudadanas, convirtiéndose en los verdaderos propietarios.
En el Pleno de la Corporación del 13 de junio de 2002 se produjo la aprobación de la expropiación del Castillo y la solicitud a la Generalitat Valenciana de la aprobación para poder ocupar urgentemente el Castillo.
El Consell de la Generalitat, dio su aprobación el 19 de noviembre de ese mismo año. El 3 de enero de 2003, con el apoyo y la aprobación de todas las administraciones públicas, el Ayuntamiento consiguió la ocupación del monumento, momento que supuso un acontecimiento histórico de gran trascendencia, ya que tras siglos de propiedad privada, el monumento histórico más emblemático de nuestra ciudad pasaba a manos de los ciudadanos y ciudadanas de Alaquàs.
El 28 de febrero de 2003 se abrieron al público por primera vez las puertas del Castillo a todos los ciudadanos y ciudadanas, iniciándose así una nueva etapa, convirtiéndose en uno de los principales centros culturales de la Comunidad Valenciana. En poco tiempo, ocuparon las principales salas, las exposiciones de pintura, escultura y fotografía del momento, así como en su claustro, donde se realizó una extensa e importante programación teatral y musical.
La Corporación inició inmediatamente las tareas para la redacción del Plan Director del Monumento y el Proyecto de Rehabilitación y Restauración. Para ello se formó un grupo multidisciplinar de expertos y técnicos cualificados que realizaron las labores de estudio arqueológico, de evaluación de los artesonados y los elementos cerámicos, estudio histórico,…
El Ayuntamiento de Alaquàs aprobó el Proyecto de Rehabilitación el 25 de agosto de 2005, iniciando los trabajos para su ejecución y finalizándose el 19 de marzo de 2007.
El pasado 28 de febrero de 2013, se celebró el 10 aniversario de su recuperación y apertura pública, con una gran participación de la sociedad y con numerosas actividades culturales para celebrar tal efeméride.